Qué curioso es esto del fútbol. Y qué grande. Por eso nos gusta tanto. Es un juego en el que nunca dos y dos son cuatro. Y esta noche ha sido un ejemplo más. Qué gran frase esa de fútbol es fútbol. Porque no hay otra cosa en la vida que se le parezca. Por eso nos gusta tanto, dos veces.Ejemplo: el Sevilla F.C. gana 0-2 en Zorrilla. Expulsan a Luis Fabiano en la simulación de un penalti de una jugada que pudo suponer el 0-3. El Sevilla acaba perdiendo aquel partido por 3-2. Pues bien, tras los empates con Mallorca y Osasuna, Jiménez con la soga al cuello y todo el mundo preguntándose a qué juega este Sevilla, viene el Depor, otrora bestia negra de los de Nervión, en puestos de Uefa y para muchos el equipo revelación de la presente liga. Entonces va el Sevilla y sufre una transformación, pasando del suelo al cielo en dos partidos. Ya en copa se notó otra actitud en el terreno de juego de los futbolistas, que por cierto estuvieron mejor colocados en el campo. Si el miércoles el partido acaba 4-1 a nadie le hubiese extrañado. Por eso hoy, cuando muchos pensábamos que volvíamos a las andadas, 1-0 y expulsión de Maresca, nuestro titular, Manolo Jiménez, tan cuestionado últimamente, da un golpe de timón, cambia a Crespo por Kanuté y le mete una lección de táctica a Lotina que lo deja a la altura del betún.
Sensacional el malí, dos asistencias suyas fueron dos goles de Luis Fabiano y Renato, ambos con la caña a punto. Luego orden atrás, control parcial de la situación y a dejar que pasaran los minutos sin renunciar al contrataque. Tan bien ha estado el banquillo sevillista que hasta sacó a Escudé para tapar a Maravilla Valerón que ha vuelto por sus fueros, tras tanto tiempo lesionado. Era el único que creaba peligro al Sevilla,metiendo balones entre líneas a los delanteros coruñeses pero el francés se encargó de frenarlo.
Gran Palop en dos intervenciones para enmarcar, en los últimos minutos. Magnífico Navas como siempre, gran carrera por su banda y pase a Capel para empujar el 1-3 definitivo para mayor alegría de los sevillistas.
Como dijera H.H. con 10 se juega mejor que con 11. Aunque el fútbol no es una ciencia exacta.
Paco Carmona
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