Fue entonces cuando el Sevilla, F.C. sacó la garra, el coraje y la superioridad para arremeter con amor propio la meta defendida por Sergio Sánchez. Despertó, empezaron a ser los de siempre, los que por pundonor, garra y técnica levantaban un resultado muy comprometido. Así fue como del 0-2 pasamos al 3-2, para terminar este primer periodo raro y atípico en nuestra bombonera con un penalti absurdo de nuestro central Squillaci ¿cuántos más tiene que hacer este muchacho, pues ya van tres?, para irnos al descanso con un empate a tres
La segunda mitad mejoró en sus primeros compases gracias a que Manolo Jiménez metió a Federico Fazio de Central y saco a Fernando Navarro en lugar de David Prieto, lo que dio la garantía atrás de la que careció en la primera. Fruto de esta mejora y la entrada de Romaric en el centro de campo vino el cuarto de Kanouté que sentenció el encuentro. Es de admirar el partidazo de Maresca con golazo incluido y las galopadas de Jesús Navas y Capel que son espectaculares como casi siempre, dejando a los ojos de los espectadores que a día de hoy el Sevilla F.C, posee las bandas mas potentes de la liga.
Parecía que en la pretemporada los problemas de la defensa se habían solucionado, pero nada mas de la realidad, pues de nuevo como el curso anterior cada vez que volaba el balón por nuestra area daba sensación de peligro, esperemos que Manolo Jimenez sepa corregir estos errores porque no siempre el rival será el Sporting, con mi respecto a éste. Lo que si parece igual es la gran pegada del Sevilla, que como muy bien se vió el sábado el Sevilla posee unas de las mejores delanteras de Europa.
El jueves ante el Salzburgo, esperemos que sea otra historia, pués en Europa los errores se pagan mucho más que en la competición liguera y habrá que hacer un gran esfuerzo para llevarnos un buen resultado, de manera que la vuelta sea un puro trámite.
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