Después de varios devenir de si nos vamos, nos quedamos, la solución final es que nos quedamos en nuestra sede. Y es que a mi entender, y me incluyo como directivo, para tomar una decisión en la peña se le da mas vueltas que un trompo. El Domingo, 17 de octubre a las doce en primer convocatoria y a las doce treinta en segunda, tuvo lugar en la peña la Asamblea donde se decidiría si nos íbamos al nuevo local, tendríamos una gran sede o nos quedabamos en la actual, ésta era la cuestión y no otra. Pero como ocurre en la Peña, por no decir en nuestro maravilloso pueblo, se plantea la opción de quedarnos en la actual con una gran reforma. Después de varias explicaciones del Presidente y varios debate, le damos al actual propietario 72 horas para que se decida, de lo contrario la votación sale por mayoría irnos al nuevo local. Como directivo me hubiera ido a la nueva sede, aun me queda la duda de tener que haber llevado dicha decisión a una Asamblea General Extraordinaria, pero es lo que decidió la mayoría de la directiva. El miércoles, eso si fuera de plazo, el actual propietario de la peña nos confirma que se arreglará la misma y por lo tanto nos quedamos en la sede actual. Si la reforma se hace como se tiene planteada quedará un peña pequeña pero bonita, pero si la reforma no se hace, pienso que muchos socios mostrarán sus quejas. En el día de ayer me informaron que el local donde nos íbamos a ir ya esta alquilado, una pena a mi entender. Y repito respeto todas las posturas, la mía es una mas. Quizás mi malestar radica, sobre todo en mi persona, la falta de seriedad a la hora de abordar decisiones tan importantes. Desde aquí muestro mi gratitud a Ramón Jodar por su interés mostrado, y su paciencia por la espera en dicha decisión.
José Miguel Valenzuela Medina
